Mario Botta nació en 1943 en Mendrisio, Suiza. En su obra se inspiró en maestros como Le Corbusier, Louis I. Kahn y Carlo Scarpa, a quienes conoció durante sus estudios en Venecia. La arquitectura y la memoria son inseparables en su obra, donde los cambios implementados en la arquitectura se integran en el paisaje del hombre. La luz genera espacio, las formas geométricas primarias son signos distintivos que el hombre ha dejado en su entorno. Desde sus primeras casas unifamiliares en el cantón del Tesino, su obra abarcó todo tipo de edificaciones (escuelas, bancos, edificios administrativos, bibliotecas, museos y edificios religiosos), así como el diseño.