Para Charlotte Perriand, las lámparas no eran un elemento decorativo añadido sin motivo, sino un componente funcional y técnico, una herramienta y un objeto que respondía a necesidades específicas. El enfoque minimalista de Perriand infunde un carácter atemporal en sus creaciones: estas son las "Formas Útiles" que surgieron del movimiento que cofundó en 1949. Al igual que los muebles de Perriand, sus lámparas no son inamovibles, sino que giran y se doblan, adaptándose a nuestras necesidades.