No hay nada más tierno y mágico que la luz de una vela. Sin embargo, es cierto que utilizar velas es complicado de organizar… y, en el día a día, una faena. Pero esta luz, este claroscuro, que propicia momentos de convivencia, está a nuestro alcance. Teniendo esto en cuenta, le pedimos a Eric de Dormael que se pusiera manos a la obra. Lámparas inalámbricas que funcionan con pilas que nos invitan a compartir experiencias, a confiar unos en otros, permiten intercambios delicados y la magia de estar juntos.