Crystal Rock aparece en la cueva del futuro como embajadora de la fusión de la naturaleza y el hombre, la luz y la reflexión, la transparencia y la masa. Todas estas características se reúnen dentro de un silex contemporáneo perfectamente cortado, pero aproximadamente esculpido. Sus múltiples reflejos y desviaciones fascinan a los espectadores durante el día y aún más por la noche, cuando se iluminan.