Aimei es la lámpara colgante más escultórica de Arturo Álvarez. Inspirada por el espinazo del universo atávico y ancestral, respira desde sus costillas, abriéndose, cerrándose, latiendo con fuerza. En su interior protegido, asoma el corazón del universo, donde se oculta la luz primigenia y la vida.